Una de las cosas que más nos apasiona, sin duda, es viajar. Y cada vez que descubrimos un lugar nuevo, con frecuencia usamos expresiones como: ¡Me encantaría quedarme aquí!, no sabía que esto era posible en una comunidad, o ¡Wow! aquí las cosas sí funcionan, y terminamos volviendo con la idea de querer cambiar el mundo, o más fácil aun, queriendo mudarnos, porque hacemos un click inconsciente con esos elementos que ni si quiera considerábamos necesarios para nuestra vida.
Cambiar el entorno, los valores, las leyes que rigen una sociedad o simplemente la conducta del hombre en las comunidades no es tarea fácil, requiere tiempo, dinero, esfuerzo y, principalmente, consciencia; sin embargo, basta con hacer una pausa en nuestra imparable rutina de vida, abrir nuestros sentidos y pensar: ¿qué puedo hacer para mejorar "esto"? y sobre todo ¿cómo elijo "ser yo" para elevar mi calidad de vida?. Y ante estas interrogantes me gustaría poder darte una lista infinita de cosas que puedes empezar a hacer desde ya, como:
Ejercitarte más, comer balanceado, sembrar valores familiares, no pasarte la luz en rojo, no chatear mientras manejas, no lanzar basura a la calle, dar los buenos días, pedir por favor y dar las gracias, y, si nos vamos un poco más allá, participar en programas de servicio comunitario, hacer labor social, trabajar activamente con la fundación con la que sientas afinidad, y pare de contar.
Pero, lo que de verdad quiero decirte es: 1. El reto está en que al pensar en primera persona, nos conectemos automáticamente con nuestro entorno y no, como muchas veces pasa, aislarnos de él. ¡Porque NO estamos solo!; y 2. Pensar siempre en lo positivo sobre lo negativo.
Las grandes sociedades se construyen con esfuerzo en común de todos los que habitan un determinado espacio respondiendo a necesidades que simplemente no sabían que existían y engranando su vida a nuevos sistemas para hacerla más agradable y lo más respetuosa posible con quienes se rodean y por encima de todo, con el medio ambiente.
Visto esto ¿Qué tal si reflexionamos sobre las bondades que tiene nuestro país?
¿Se han preguntado cuantas personas, que por trabajo o placer, visitan, nuestras playas y montañas, desean quedarse acá? ¿Saben cuál es ese click que hacen cuando recorren las calles del Casco Antiguo o cuando se comen un ceviche recién hecho? ¿Qué les recuerda? ¿Qué sienten cuando caminan por la Cinta Costera y ven el Pacífico ir y venir a los pies de la ciudad?.
Pues déjenme decirles que deben ser unos cuantos y con una visión de grandeza porque, solo para que tengan una idea, Panamá ha recibido en el último año una inversión extranjera de más de $6.000 millones, siendo un 21.4% más por encima del año anterior (2018), esto como consecuencia de la confianza que genera la situación económica, jurídica y democrática que tiene nuestro sistema.
Además, Ciudad de Panamá, está en el número 1 del ranking de calidad de vida entre los países de Centroamérica y el número cinco en Latinoamérica, según la vigésima primera edición de la encuesta elaborada por la consultora líder en Recursos Humanos, Mercer.
Ni hablemos de la ubicación geográfica con la que fuimos premiados y ni de tan impresionante obra de ingeniería como lo es el Canal de Panamá, que para ellos tenemos historiadores de sobra. Y, por si fuera poco, acabamos de obtener el récord Guiness por hacer ¡el patacón más grande del mundo!, sí del mundo. Ahora bien, ¿Qué tanto valoramos todo esto? ¿Qué tan orgullosos nos sentimos?.
Cada lugar, sin duda tiene su encanto. Nuestro país se ha convertido en un crisol de culturas, más que de razas, por ende la comparación es natural, y si nos puede ayudar a tomar ejemplos positivos para alcanzar la comodidad que tanto buscamos, estos siempre serán bienvenidos.
Apostar al crecimiento de una ciudad va más allá de las estadísticas y los números, va enlazado al sentimiento que te genera decir: aquí quiero estar, aquí es donde puedo aportar, y en función de esto integrarse con la sociedad para estrechar vínculos con los más necesitados, aplicar soluciones efectivas a problemas que surgen, sin criticar tanto y haciendo más.
Solo así estaremos plenamente agradecidos cada vez que retornemos de un viaje fabuloso, y repletos de motivación.
Commentaires